martes, 26 de enero de 2010

MINI-ASAMBLEA DE CARITAS ARCIPRESTAL

MINI-ASAMBLEA” DE CARITAS ARCIPRESTAL DE MONTEHERMOSO




El sábado 9 de enero de 2010 nos reunimos más de 50 voluntarios de 12 caritas parroquiales de este Arciprestazgo y de la parroquia de Ahigal.
La oración comenzó recordando el lema de la Asamblea: “la Iglesia acoge en los pobres a su Señor. Los pobres acogen en la Iglesia a su Señor”. Reflexionamos sobre “la loca carrera de descendimiento” del Niño Dios para Salvarnos. Y con humildad hicimos nuestra la frase de Unamuno: “Si no puedes agrandar la puerta, achícame, por piedad”. Seguimos haciendo oración con el testimonio de todos al dar respuesta a “¿por qué soy voluntario?”. En ese momento cada voluntario tomaba y comía un trozo de una hogaza de pan que sobre una mesa camilla servía de centro de la sala. El pan troceado en cuatro partes nos recordaba no solo al Señor Jesús, también a tantos como lo necesitan, y era también icono “oloroso y sabroso” de Cáritas.
Recuperadas las fuerzas por la oración y por el “cachino” de pan, recordamos el artículo 10 del Estatuto de nuestra Cáritas que habla de la importancia de la Asamblea general que estamos preparando.

Divididos en cuatro 4 grupos, en los que estábamos representados todos los pueblos. Partiendo de las aportaciones que cada grupo ha enviado a la Cáritas Diocesana, se eligió por grupo una propuesta que ayude a avanzar o mejorar a nivel del Arciprestazgo. Como más importantes y necesarias se optó por:
1ª.- “Insistir en la formación, aprovechando los espacios de formación que ya tenemos (Ej.- La Escuela de Formación de Cáritas en Octubre)”.
2ª. “Trabajar más y mejor la comunicación de lo que hacemos a la sociedad y a la parroquia, aprovechar las Campañas de sensibilización.
3ª.- El papel y el compromiso del voluntario hay que reforzarlo, pues es clave.
Al finalizar, quedamos para reunirnos el 6 de febrero en la Coordinadora del Arciprestazgo. En esta reunión idearemos la forma de presentar estas propuestas en la Jornada Diocesana, y organizaremos el viaje a Aliseda.
Y como el tiempo frío exigía meter calorías, nos reunimos en torno a la mesa y compartimos lo traído de cada casa. El voluntario mayor, Tío Ciriaco, (94 años) nos animó con los sones de Montehermoso, mientras todos degustábamos unos buenos dulces… Gracias a todos los participantes, la mayoría mujeres, pero también hubo 7 varones, y no todos eran curas. Y es que la Caridad no entiende de géneros, es cuestión de corazones.





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